domingo, 4 de diciembre de 2016

Saludo Hijas de María 2016

Muy queridas Hijas de María de este año 2016, nos acercamos ya a celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen, y es me deseo que os preparéis durante estos días, para que alegres y bien dispuestas celebréis conscientemente este encuentro con nuestra Madre Santísima.

Nos encontramos en tiempos muy difíciles, en los cuales no solamente nos hallamos ante la indiferencia religiosa, sino algo mucho más profundo, indiferencia frente a Dios, lo cual hace más difícil el terreno para una nueva evangelización. Los actos que os disponéis a preparar deben llevarnos a todos a reconocer y renovar nuestra entrega y amor a la Virgen María, ayudando a otros a dirigir su mirada a Ella.

Los hombres y mujeres de nuestro tiempo, tienen otros intereses y muchos ponen las cosas por encima de las personas, sus ideas por arriba del bien común, y tantas cosas más. Sin embargo Dios no es una idea, ni una cosa, es una persona concreta que … se encarnó en el seno de la Virgen María y se hizo hombre…, prueba que enaltece y engrandece nuestra fe y nos invita a vivir aferrados a la esperanza, pues Dios vino a nosotros para amarnos y salvarnos, a través del Sí de María.

En este tiempo del Adviento, la Virgen María se nos presenta como estrella de esperanza,  y se nos invita a dirigir nuestra mirada al rostro dulce y sencillo de María, confiados en que Ella nos lleva a su hijo, pues quien sabe esperar, sabe creer y amar a aquel a quien Ella lleva en su vientre y es el …Hijo de Dios.... María nos invita a que nuestra esperanza sea firme como la roca, que nos aliente en las adversidades de nuestro tiempo, que sobrepase toda tempestad, que nos ayude a descubrir la verdad del hombre, que no es otra, que la de sentirse amado por Dios, que solo tiene un deseo, que el hombre se salve y encuentre la felicidad.

            La Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María del próximo 8 de diciembre, debe llevarnos a ver en María, el camino seguro para conocer a Dios nuestro Padre, a través de su Hijo Jesucristo. Todo ello se hace concreto en nuestra propia historia personal, en nuestra vida diaria, en nuestro trabajo y estudio, no hay que tener miedo a ser cristiano, y ser hijo de María. El testimonio es algo vital, nuestra vida debe ser distinta a otros, nuestro hacer y caridad, dan la prueba que conocemos a Dios y él nos conoce y nos convierte en semillas de su Reino.

Os deseo a vosotras y a todos los que participáis de esta Solemnidad, el poder encontrar el aliento y la fuerza en María, que como faro alumbra nuestra esperanza.


viernes, 26 de agosto de 2016

FIESTAS A LA MARE DE DÉU DEL CASTELL 2016

Saludo del Sr. Rector


Queridos hijos de Corbera,

Un año de gracia se nos ha concedido, un año se nos ha regalado el cual hemos aprovechado alrededor de la Mare de Déu. El próximo 8 de septiembre culminaremos con la Misa y Procesión Solemne, día en que celebraremos el 60ª Aniversario desde que la Mare de Déu del Castell fue proclamada Patrona de esta «Vila i Honor de Corbera», y la conmemoración del 45º Aniversario de su coronación bendita como la «Mare del nostre Voler», con el que terminará este Año Jubilar Mariano.

Si miro hacia atrás, vienen a mi memoria muchos momentos emotivos que quedan en nuestro corazón y que ya nada ni nadie los podrá arrebatar. Un año que empezamos visitando a los que nos heredaron la fe, ese precioso regalo tan frágil e importante que sino se alimenta, se debilita. A su vez, la pequeña imagen peregrina se abría paso para visitar, cuidar y amparar todas las casas que no dudaron en abrir de par en par las puertas de sus hogares. ¡Cuántos momentos profundos e inolvidables de oración a su lado! Ella sí lo sabe, cuántas peticiones y plegarias le habéis hecho, quien como tierna y dulce madre nos ha escuchado e invitado a levantarnos, a seguir caminando y nunca parar.

Es un Año lleno de bendiciones para todos los que aceptasteis la invitación, no de las Camareras, no del Sr. Rector, sino quienes hicieron oído atento a la llamada de la Mare, de La Mare de Déu del Castell. Habéis recibido de múltiples maneras la generosidad de esta preciosa madre que a todos nos da lo necesario, y que en la advocación de los Desamparados también siguió derramando gracias tras gracias a todo el pueblo de Corbera.

Antiguamente, ella congregaba a tantos pueblos, como lo cantamos en su himno: «[…] Polinyá, Fortaleny i Riola, Favareta, Llauri el ric joiel; i Corbera el bell sol que auriola la Mareta de Déu del Castell […]».Pero este año nos ha congregado a todos nosotros: ella es signo preciso de unidad, pues uniéndonos a ella,lo estamos con Cristo, nuestro Señor y único pastor. Ha congregado a mayores y jubilados, a nuestras familias, enfermos, amas de casa y asociaciones, a nuestros grupos parroquiales y cofradías, a trabajadores y comerciantes, a nuestros niños y jóvenes, a los que venimos de fuera y somos extranjeros, y cómo no, a las camareras de los últimos tiempos. Ella  la  Mare de Déu del Castell  ha sido, es y será el centro de este pueblo de Corbera.

Gracias, pueblo de Corbera, por tantas cosas que en silencio habéis hecho en este Año Jubilar Mariano, por vuestra participación y generosidad, por vuestra ilusión. Gracias, queridas Camareras de este Año Jubilar Mariano, por haber llevado a la Virgen a tantas personas: habéis sido puentes para que ella cruzara y volviera a conquistar a tantos corazones tibios o alejados; gracias a vosotras la Virgen se hizo presente. Que la sencilla pero rica oración que compusimos para este Año Jubilar sea invocada a partir de ahora cuando dirijamos nuestras suplicas y plegarias a ella la Mare de Déu del Castell, Patrona y Reina de Corbera.

Con mi cariño y afecto sincero os deseo a todos unas Felices Fiestas patronales.


 Corbera,  Agosto de 2016




Oració a la Mare de Déu del Castell


Mare de Déu del Castell,
Patrona i Reina de Corbera:
Mare del nostre voler.


En este any de Gràcia
il·lumina el nostre camí.
Lliura´ns de qualsevol perill
i beneïx les nostres famílies.


Acull els difunts en el Cel,
atén les nostres súpliques
i prega sempre per nosaltres.
AMÉN.



Clausura Any Jubilar Marià
Corbera, 8 de setembre 2016

Fotografia: Ester Jiménez





sábado, 13 de agosto de 2016

Fiesta de la Divina Aurora - Xics Fadrins 2016

Saludo del Rector

Muy queridos Xics Fadrins 2016, en este año especial para toda Corbera, en que nos encontramos celebrando el Año Jubilar Mariano como preparación para la celebrar 60º aniversario del patronazgo principal de  La Mare de Déu del Castell y el 45º aniversario de su coronación canónica, sois también vosotros como festeros de la “Divina Aurora” protagonistas de esta fiesta mariana arraigada popularmente en la vida nuestro pueblo, y por medio de la cual distinguimos especialmente a los jóvenes de Corbera.

Como bien sabéis la Virgen María se nos presenta como madre nuestra en distintas  advocaciones, pero una única madre de nuestro Señor y redentor, quien por su disponibilidad a la voluntad de Dios nuestro Padre trae la salvación a los hombres, y nos invita a seguirle, desde nuestra propia realidad.

San Lucas, el evangelista de la misericordia, nos presenta a la Virgen María, y a través del cántico de Zacarías anuncia la Salvación: “por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto,  para iluminar a los que viven en tinieblas y sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc. 1, 78-79). La Divina Aurora, “la nueva mañana”, “la nueva Eva” es quien nos trae el sol que nace de lo alto, que es Cristo, quien nos invita a seguirle con todas nuestras fuerzas, sin miedos ni complejos, para quitarnos las tinieblas de un mundo consumista, lleno de tantos apegos que de diversas maneras esclavizan  bajo una aparente “libertad”, que engaña y empobrece al ser humano.

Os invito como cada año a retar al mundo, que quiere poner trampas, aislar el pensamiento, manipular nuestros sueños y creencias, a buscar lo que no se acaba, lo que permanece y vale en verdad. No hay que ver la vida, hay que vivirla, con responsabilidad y conocimiento, asumiendo desde la realidad y el compromiso todo el bien que podemos hacer a nuestra sociedad, pues ella será lo que cada uno aporte para que sea mejor.


Os recuerdo la invitación para el sábado 20 de agosto, en que tendremos vuestra fiesta y a su vez celebraremos la última misa jubilar dedicada a los Jóvenes de Corbera, os espero a todos, para que juntos a los pies de la Virgen le demos gracias, y así ganemos las indulgencias de este Año Jubilar Mariano.

sábado, 6 de agosto de 2016

Mensaje del Párroco. Semana Santa 2016

Marzo de 2016

         Muy queridos hijos de Corbera, este año tan especial para todos nosotros en que celebramos el Jubileo Mariano, Eucarístico y de la Misericordia, el Señor se desborda con nosotros como una fuente que mana sin agotarse, porque solo quiere tener muestras de compasión y misericordia con todos los hombres pues «Eterna es su misericordia»(S. 136).

         En este Año de la Misericordia, la frase en imperativo que es a su vez un mandato cristiano:  «Sed Misericordiosos...», nos invita antes a fijar nuestra mirada en el que es misericordioso por excelencia «...como vuestro Padre es misericordioso» (Lc. 6, 36), actuando siempre en consecuencia.

         El ejercicio de la  misericordia para la vida del cristiano no es una opción, es una exigencia que esta referenciada en la Sagrada Escritura, «Sed santos» (Lv 20,7), «Sed perfectos» (Mt 5, 48), «Sed misericordiosos» (Lc 6,36), es la respuesta de aquel que ha experimentado antes en su propia carne el perdón y la comprensión que le posibilita a perdonar y amar al hermano sin medida «¿Cuántas veces debo perdonar a mi hermano?» (Mt 18, 21).

         En la Bula de convocatoria para el Jubileo de la Misericordia nos dice el Papa Francisco: «¡Qué difícil es muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón. Apartar de nosotros el rencor, la rabia, la violencia y la venganza es la condición necesaria para vivir felices »(n.9). Apoderémonos de este instrumento que es la misericordia y  la compasión, para hacer de nuestra Iglesia el verdadero lugar de encuentro en estos días santos y siempre.

         Con mi afecto sincero de Pastor y amigo, os deseo unos felices días de recogimiento espiritual y de encuentro con quien nos ama tal cual somos, pero nos invita a una vida nueva.

Felices Fiestas Pascuales 2016



jueves, 7 de abril de 2016

Visita de la Imagen Peregrina-Procesional de la Virgen de los Desamparados al pueblo de Corbera



Jueves 14 de abril de 2016

21:00 h. Charla Mariana

Viernes 15 de abril de 2016

19:30 h. Llegada y acogida de la Virgen al pueblo de Corbera
             Av. Blasco Ibáñez (Altura - Talleres Gil)

20:00 h. Traslado de la de la Virgen de los Desamparados a la Iglesia.
Recorrido: Av. Blasco Ibáñez, Av. País Valenciá, C/ San Vicent, Plaça Major, Església.

21:00 h. Exposición del Santísimo y Confesiones



Sábado 16 de abril de 2016

09:00 h. Laudes Solemnes

10:00 h. Santo Rosario - Grupos de la Parroquia

12:00 h. Rezo del Regina Coeli
             Besa Medalla de la Mare de Déu

17:00 h. Oración por los enfermos ante la Virgen
             (Pueden asistir todos los enfermos que puedan)

20:00 h. Misa Solemne

21:00 h. Procesión General Solemne
            Recorrido
Església, C/ Major, C/ Lepanto, C/ Mare de Déu del Castell,C/ Rei San Jaume, C/ San Vicent, C/Colom, C/ Guillen Sorolla, C/ Pedro Roca, C/ Plaça Major,  Església



Domingo 17 de abril de 2016

07:00 h. Rosario de Aurora (Cantado por los Auroros)
Recorrido: C/ Major, C/Calvari, C/ Cristo, C/de la Creu, C/Pedro Roca, Església

09:00 h. Laudes Solemnes

12:30 h. Misa Solemne de Acción de gracias y Jubileo de los Niños

17:00 h. Vísperas Solemnes

18:00 h. Traslado de despedida de la Virgen de los Desamparados
                            Recorrido: Església,C/ Pedro Roca, C/Camí Fondo

jueves, 24 de marzo de 2016

Carta a todos los Cofrades

CARTA A TODOS LOS COFRADES
DE LAS COFRADÍAS
SANTO SEPULCRO, VIRGEN DE LOS DOLORES,
JESÚS NAZARENO Y CRISTO DE LA AGONÍA
CON OCASIÓN DEL JUBILEO DE LAS COFRADÍAS
EN EL AÑO JUBILAR MARIANO,
 EUCARÍSTICO Y DE LA MISERICORDIA


         Muy queridos hermanos Cofrades de nuestra parroquia, queridos todos en el Señor:

Junto a las Camareras de la Mare de Déu del Castell, he querido que en un día tan señalado para los creyentes y las cofradías con el que damos inicio a la Semana Mayor, como es el Domingo de Ramos, vosotros que representáis la «expresión viva de la religiosidad popular» de nuestro pueblo, os dispongáis a ganar las indulgencias que se nos conceden para este año precioso dedicado a nuestra Patrona la Mare de Déu del Castell, como preparación para la celebración de su 60º aniversario como Patrona principal de Corbera y el 45º aniversario de su Coronación bendita.  

         El Señor Cardenal D. Antonio Cañizares hizo alusión hace unos días en Menorca al estilo y vida de los cofrades, palabras que como eco llegan también a todos nosotros, invitándoles a «ser ejemplo de la fe de Cristo y practicar los valores del Evangelio», tarea que nos corresponde en este Año Jubilar de la Misericordia a la Iglesia Universal, en el Año Eucarístico del Santo Cáliz a nuestra Iglesia particular de Valencia, y el Año Jubilar Mariano en nuestro pueblo de Corbera.

1. Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia: «Misericordiosos como el Padre»

         En el Saludo de preparación para los días santos, os proponía la frase en imperativo que es a su vez un mandato cristiano: «Sed Misericordiosos...», la cual nos invita antes a fijar nuestra mirada en el que es misericordioso por excelencia «[...] como vuestro Padre es misericordioso […]» (Lc. 6, 36), actuando siempre en consecuencia.

         En el Antiguo testamento, la predicación de los profetas nos enseñaba  «la misericordia como una potencia especial del amor, que prevalece sobre el pecado y la infidelidad del pueblo elegido» (Dives in misericordia nº. 4).

         Ya en el Nuevo Testamento, las parábolas nos presentan la imagen del Dios «Rico en Misericordia» (Ef. 2, 4). En la Parábola del Hijo Pródigo, el padre es fiel a su paternidad, fiel al amor que desde siempre sentía por su hijo, que se nos muestra no sólo en la prontitud para acogerle, sino en la ausencia de reproches y aquella manifestación de alegría en volverle al lugar que le corresponde, al de Hijo, lo que suscita contrariedad y envidia en el hermano mayor. La fidelidad de este padre está impregnada de amor, un amor generoso que no piensa sino que actúa; ese es el amor de Dios: no piensa en los abandonos constantes que tenemos hacia él, ni en nuestro egoísmo en sumo grado, sino que siempre da el primer paso en la búsqueda de cada uno de nosotros. El regreso del hijo menor es el regreso por el camino de la conversión, pero además es el camino de la resurrección a una vida nueva.

         La misericordia, tal como la presenta el Señor en la parábola del hijo pródigo, tiene la forma interior del amor de Dios, que es capaz de inclinarse ante todo hijo pródigo, toda miseria humana, toda miseria moral o pecado. Cuando esto sucede, el que es objeto de misericordia no se siente humillado, sino como hallado de nuevo y revalorizado, es el encuentro de la dignidad perdida, alcanzada sólo desde el amor. Ya nos lo dice san Pablo en el himno a la Caridad, en la Primera carta a los Corintios: «El amor es paciente, benigno ... no es interesado, no se irrita ... no se alegra de la injusticia, se compadece en la verdad ... todo lo espera, todo lo tolera ... y no pasa jamás» (1 Cor. 13, 4-8). Vivamos sin preguntarnos tanto el porqué o el para qué de la Misericordia, «Sed Misericordiosos» sin más.


2. Año Santo Eucarístico del Santo Cáliz: «El Cáliz de la Misericordia»

         El concilio Vaticano II, nos recordó que el Sacrifico Eucarístico es «fuente y cima de toda la vida cristiana», así también nos lo recordó San Juan Pablo II en su encíclica Ecclesia de  Eucharistia, por lo que la Iglesia se dirige continuamente a su Señor, presente en la Eucaristía, en la que descubrimos su profundo amor para con los hombres. Sabemos verdaderamente que en la Eucaristía nos muestra un amor que llega «hasta el extremo» (Jn. 13,1), un amor que no conoce medida: el nuestro es limitado, está medido y tasado; el de Dios, no.

         La Iglesia vive continuamente del sacrificio del Redentor, y accede a él no solamente a través de un recuerdo lleno de fe, sino también en un contacto actual, pues en él se hace siempre presente. El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la eucaristía son un único sacrificio, siempre el mismo. La misa hace presente el sacrificio de la cruz, no se añade y no lo multiplica, lo que se repite es la celebración memorial, por lo que este sacrificio se actualiza en el tiempo. La Eucaristía es verdadero banquete, en el cual Cristo se nos ofrece como alimento: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros» (Jn. 6, 55).

         Por la comunión de su cuerpo y su sangre, Cristo nos comunica también el Espíritu Santo, pero para ello debemos estar preparados. Cuando vamos de fiesta siempre nos preparamos, nunca vamos mal vestidos ni mal peinados, ponemos todo de nuestra parte para ir lo mejor posible, e incluso llamamos la atención; eso mismo debe suceder cuando queremos ir a la Fiesta del Banquete del Señor, la Misa, la Eucaristía: ir vestidos con un corazón limpio, con un corazón rebosante de caridad, fruto del Espíritu  que habita en nosotros y que nos impulsa a vivir conforme a él.

         La Eucaristía no es una «condecoración», dice el Papa Francisco; es signo de comunión, signo de fe porque creo que está presente en ella el Señor; no es un «premio», es el alimento de nosotros, los débiles, que nos da fuerza para seguir el camino al encuentro con el Señor.

         Durante este Año el Señor nos espera siempre para contemplarlo, cada jueves y viernes está sobre el altar expuesto en la custodia, para mirarlo y descargarle con nuestra mirada, pensamiento y labios silenciosos, todos nuestros proyectos, angustias y necesidades; no lo dejemos esperándonos tantas veces en la custodia, ya que siempre nos espera, como quien anhela al que está lejos y regresa a casa.

3. Año Jubilar Mariano
        
         Un año singular para toda Corbera es este Año Jubilar Mariano, en el que nos preparamos para celebrar el 8 de septiembre estos dos grandes acontecimientos: el patronazgo principal y la coronación canónica de la Mare de Déu del Castell.

         Lo que la fe católica cree acerca de la Virgen está fundado en lo que cree de Cristo nuestro Señor, y lo que nos enseña sobre María ilumina a su vez la fe en Cristo. Ella está unida a la Eucaristía y a la Misericordia, es puente para dar gracias pero también instrumento de la misericordia de su hijo, pues intercede como madre por todos nosotros.

         La visita de la imagen peregrina a nuestras casas, las salidas de la Virgen y las misas jubilares nos hacen inequívocamente volver nuestra mirada sobre esta dulce madre, madre de misericordia que vuelve a alentarnos a su paso y nos impulsa a seguir a su hijo con palabras consoladoras: «haced lo que el os diga». Cada día, cuando hacemos la oración a la Mare de Déu, nos sentimos  acogidos por ella que nos cuida y protege, quien con mirada vigilante desea apartarnos de los peligros de la vida a los que estamos expuestos, sin lugar a duda, cotidianamente, y que desean apartarnos del rostro amoroso de Dios nuestro Señor.

         Este Año Jubilar Mariano debe ser un año para reconocer en Ella, la Mare de Déu del Castell, la estrella que ilumina al pueblo de Corbera, y que nos orienta al encuentro de un Dios que es rico en misericordia, rico en amor, paciencia y compasión.

         Cuántos momentos de alegría que pasamos bajo su mirada, tantos de angustias y desconciertos… Pero en nuestro interior, como el indiecito Juan Dieguito, escuchamos su voz dulce y cariñosa: «¿no estoy yo aquí que soy tu Madre?», «¿no corres acaso bajo mi cuenta?».
        
         Que estos tres grandes acontecimientos, mis queridos cofrades, sean pilares para vuestra vida como cristianos, que creen, esperan y aman. Amad la Eucaristía, vivid la misericordia con los más débiles, y no apartéis vuestra mano de esta madre generosa con todos.

         Con mi bendición y cariño de amigo y pastor, os deseo un feliz año jubilar y una fructífera pascua de resurrección.