martes, 4 de septiembre de 2018

Saludo Fiestas Patronales de la Mare de Déu del Castell, 2018


Queridas Camareras de la Mare de Déu del Castell e hijos de Corbera, nos disponemos a celebrar la novena y fiestas en honor a nuestra patrona, movidos siempre por el amor a ella que nos escucha, guía y acompaña siempre.

La fiesta a la Mare de Déu del Castell, va ligada al trabajo que hacen las Camareras durante todo el año, mujeres que dejan sus trabajos, sus quehaceres del hogar, por servir y propagar el culto y devoción a nuestra excelsa Patrona, avaladas por muchas generaciones. Nos encontramos en un tiempo cambiante, donde socialmente hay muchas reivindicaciones, de alguna manera hechas ya en el tiempo y que es importante recordarlas también mirándola a ella, nuestra Madre Santísima.

La Virgen María, es modelo hoy para la mujer, pues ella no actúa solamente como la madre que cuida a los hijos con solicitud maternal y atiende los quehaceres de casa, sino que también es la mujer que coopera en la Salvación de los hombres, y no solo con su maternidad, sino con sus cualidades y disposiciones interiores. Jesús reconoce en su madre a la mujer con todo su valor, pues las dos ocasiones que él se dirige a ella en el Evangelio de San Juan (2,4; 19,26) la llama “mujer”; es como una invitación que nos hace a los cristianos para que hagamos nosotros el mismo descubrimiento y veamos en ella a la mujer. En María se ven reflejados y, como grandes pinceladas las cualidades de las mujeres de nuestro tiempo: La ofrenda total del amor, la fuerza que sabe resistir a los más grandes dolores, la fidelidad sin límites, la laboriosidad infatigable y la capacidad de conjugar la intuición penetrante con la palabra de apoyo y estímulo (Redemptoris Mater nº 46).

En la plenitud de la redención, Dios ha manifestado la dignidad de la mujer. “Al llegar a plenitud de los tiempos, envió Dios a su hijo, nacido de mujer” Gl 4,4. Si San Pablo dijera solo de María, sería solamente un detalle biográfico, pero al escribir nacido de mujer, le da a su afirmación un alcance universal. Toda mujer ha sido elevada en María a ese gran honor. De la ejemplaridad de María, en cuanto modelo de la iglesia de modo inminente y singular por su maternidad virginidad nos habló del Concilio Vaticano II: “la Madre de Dios es tipo de la Iglesia en el orden de la fe, de la caridad y de la unión perfecta con Cristo” (Lumen Gentium nº 63).

Quien sigue del todo a Jesús no puede prescindir de la mujer que nos lo dio engendrándolo en sus entrañas por obra del Espíritu Santo y que a la vez que se hizo madre nuestra fue el modelo más perfecto y acabado del discípulo de Jesús. La Virgen realizó plenamente los planes de Dios, escuchando y cumpliendo las palabras de su hijo. Su “hágase” es la respuesta total y generosa a la palabra de Dios dicha por el ángel.

Que nuestra madre que eleva el don de la maternidad al traernos la alegría en Cristo, nos ayude también a reconocerla como modelo vivo  de toda mujer y creyente.

Con mi deseo que estas fiestas sean tiempo de alegría y de encuentro, os deseo unas felices fiestas  en familia. Visca la Mare de Déu del Castell!.


Vuestro Párroco




Fotografía y Diseño: 
Carmen Jiménez