sábado, 16 de enero de 2016

Fiestas en Honor a los santos Vicentes 2016

Saludo del Señor Rector

Muy queridas Clavariesas 2016, queridos grupos parroquiales e hijos todos de Corbera,  nos adentramos ya a la fiesta de los Santos Vicentes, patronos y titulares de nuestra parroquia, a quienes con afecto sincero acudimos cada año para festejar su cuidado y protección para el pueblo de Corbera.

Nos encontramos en este Año Jubilar Mariano dedicado a nuestra Madre que no puede pasar inadvertido en estas fiestas, tanto así que sin quitarle lugar a nuestros santos patronos podríamos preguntarnos que decían nuestros S. Vicentes, acerca de la Celestial Señora la Virgen María.  Sabemos bien que no tenemos escritos de san Vicente mártir, pero si de san Vicente Ferrer, quien en todos sus sermones hacía alguna mención de la Virgen  con honda piedad y sólida doctrina mariana.

La habilidad de nuestro querido S. Vicente Ferrer en sus predicaciones, que no era la única, hacia accesible lo más elevado a la gente sencilla, tanto así que en sus sermones ponía toques marianos que se reflejaban en varios detalles, en su mención en la introducción del sermón, en las escapadas marianas que frecuentemente realizaba, en las intervenciones personales de María, y claro está en los sermones dedicados a Ella.

S. Vicente Ferrer utiliza con frecuencia el «Ave María», como un saludo y sólida devoción, su saludo se convertía en una manifestación de piedad y confianza que tenía en  ella para que sus palabras fueran bien entendidas y sus enseñanzas practicadas. En nuestro tiempo es algo que hemos ido perdiendo, la invocación de nuestra Madre  al entrar en una casa o al inicio de una actividad, frases sencillas que no tenían ningún inconveniente y hacían mucho bien. Se cuenta que fue sino el primero quien al inicio de sus predicaciones siempre saludaba a nuestra Madre. Él la tenía tan presente, que era consciente cuando predicaba el dolor de la Virgen que no podía hacerlo con el «Ave» pues decía: «¿cómo saludar con el Ave, a quien está llena de angustia, de dolor, de amargura y de miseria?».

El saludo nos demuestra que nuestro santo predicador tenía un hondo espíritu mariano, como todos nosotros estamos llamados a tener, su quehacer estaba presidido por María. Si os fijáis en el altar mayor de nuestra Iglesia parroquial la Virgen nos preside pero a su lado están ellos S. Vicente mártir y  S. Vicente Ferrer, nos indican que ella nos lleva al Señor, nos hablan de Ella con su vida, con su santidad, y no la enseñan como escala santa para ir a Cristo.

Con cariño sincero y afecto de pastor os deseo unas felices fiestas de los Santos Vicentes,