Ya desde mis primeras fiestas de los Santos Vicentes con vosotros, he visto conveniente que tengan un hondo sentido parroquial, de ahí la participación de los grupos y movimientos parroquiales, quienes en el cumplimiento de su labor pastoral específica en el día a día, y con un gran sentido de pertenencia, se van dedicando a vivir conforme a la vida en Cristo y los sentimientos propios de Él (Flp 2,5)., vividos por estos dos grandes santos que nos presiden.
La fuerza y celo por extender el Reino de Dios a través de la predicación, llevó a San Vicente Ferrer a ser incansable a la hora de comunicar con su vida y palabra a Aquel que le llamó a seguirle y anunciarle. Su estilo no ha pasado de moda, pues él nos invita a comunicar a Dios con nuestra vida desde la sencillez y anunciarle a tiempo y destiempo en un mundo cada vez más opuesto a las cosas que Dios quiere para cada uno de nosotros.
En muchas ocasiones habló San Vicente Ferrer de nuestro querido San Vicente Mártir, a quien dirigió alguna de sus predicaciones y de quien decía tener cinco Sabidurías. Cada una de ellas coronan su santidad y enaltecen su martirio. La sabiduría Física o Filosófica que le lleva al conocimiento profundo para evitar el pecado; La sabiduría Teológica que le lleva a la predicación, no solo mandando lo que hay que hacer sino caminando y viviendo con aquellos a quienes predica; La sabiduría Apostólica, que consiste en predicar de palabra y de obra, trabajando por el honor de Dios y la salvación de las almas; La sabiduría Angélica, hacer las cosas de los ángeles, es decir, prefieren y anteponen el honor y la gloria de Dios ante todas las cosas, y por último la sabiduría Heroica o Divina, mayor que las anteriores, es decir que Dios obtiene de la criatura el fin que se ha propuesto, vivir enteramente para cumplir su voluntad. ¡Ojalá! pudiéramos tener alguna de ellas.
Os deseo a todos unas felices fiestas y agradezco a los Clavarios 2014-2015, quienes con su trabajo y esfuerzo nos animan y alientan a seguir dando la vida por Cristo, bajo el patrocinio de los Santos Vicentes.
Con mi cariño y bendición sacerdotal.