El Domingo del Amor, del Perdón
Simón el fariseo no fue capaz de apreciar el gesto de aquella mujer llena de amor por Jesús y de arrepentimiento por sus pecados perdonados. Y así Simón perdió la oportunidad de hacer suya una enseñanza de enorme calado. El amor –que es la substancia de Dios—nos mueve a construir lo mejor de nuestras vidas. Hemos de tener cuidado con la soberbia o con la indiferencia que son actitudes que tapan el amor, la gratitud, el más sincero arrepentimiento.