Saludo del Señor Rector
Marzo de 2016
Muy
queridos hijos de Corbera, este año tan especial para todos nosotros en que
celebramos el Jubileo Mariano, Eucarístico y de la Misericordia, el Señor se
desborda con nosotros como una fuente que mana sin agotarse, porque solo quiere
tener muestras de compasión y misericordia con todos los hombres pues «Eterna es su misericordia»(S. 136).
En
este Año de la Misericordia, la frase en imperativo que es a su vez un mandato
cristiano: «Sed Misericordiosos...», nos invita antes a fijar nuestra mirada
en el que es misericordioso por excelencia «...como
vuestro Padre es misericordioso» (Lc. 6, 36), actuando siempre en
consecuencia.
El
ejercicio de la misericordia para la
vida del cristiano no es una opción, es una exigencia que esta referenciada en
la Sagrada Escritura, «Sed santos» (Lv
20,7), «Sed perfectos» (Mt 5, 48), «Sed misericordiosos» (Lc 6,36), es la
respuesta de aquel que ha experimentado antes en su propia carne el perdón y la
comprensión que le posibilita a perdonar y amar al hermano sin medida «¿Cuántas veces debo perdonar a mi hermano?»
(Mt 18, 21).
En
la Bula de convocatoria para el Jubileo de la Misericordia nos dice el Papa
Francisco: «¡Qué difícil es muchas veces
perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles
manos para alcanzar la serenidad del corazón. Apartar de nosotros el rencor, la
rabia, la violencia y la venganza es la condición necesaria para vivir felices
»(n.9). Apoderémonos de este instrumento que es la misericordia y la compasión, para hacer de nuestra Iglesia
el verdadero lugar de encuentro en estos días santos y siempre.
Con
mi afecto sincero de Pastor y amigo, os deseo unos felices días de recogimiento
espiritual y de encuentro con quien nos ama tal cual somos, pero nos invita a
una vida nueva.
Felices Fiestas
Pascuales 2016