Saludo del Señor Rector
Nos
encontramos en este Año Jubilar Mariano
dedicado a nuestra Madre que no puede pasar inadvertido en estas fiestas, tanto
así que sin quitarle lugar a nuestros santos patronos podríamos preguntarnos
que decían nuestros S. Vicentes, acerca de la Celestial Señora la Virgen María. Sabemos bien que no tenemos escritos de san
Vicente mártir, pero si de san Vicente Ferrer, quien en todos sus sermones hacía
alguna mención de la Virgen con honda
piedad y sólida doctrina mariana.
La
habilidad de nuestro querido S. Vicente Ferrer en sus predicaciones, que no era
la única, hacia accesible lo más elevado a la gente sencilla, tanto así que en
sus sermones ponía toques marianos que se reflejaban en varios detalles, en su
mención en la introducción del sermón, en las escapadas marianas que
frecuentemente realizaba, en las intervenciones personales de María, y claro está
en los sermones dedicados a Ella.
S.
Vicente Ferrer utiliza con frecuencia el «Ave
María», como un saludo y sólida devoción, su saludo se convertía en una
manifestación de piedad y confianza que tenía en ella para que sus palabras fueran bien
entendidas y sus enseñanzas practicadas. En nuestro tiempo es algo que hemos ido
perdiendo, la invocación de nuestra Madre
al entrar en una casa o al inicio de una actividad, frases sencillas que
no tenían ningún inconveniente y hacían mucho bien. Se cuenta que fue sino el
primero quien al inicio de sus predicaciones siempre saludaba a nuestra Madre.
Él la tenía tan presente, que era consciente cuando predicaba el dolor de la
Virgen que no podía hacerlo con el «Ave» pues
decía: «¿cómo saludar con el Ave, a quien
está llena de angustia, de dolor, de amargura y de miseria?».
El
saludo nos demuestra que nuestro santo predicador tenía un hondo espíritu
mariano, como todos nosotros estamos llamados a tener, su quehacer estaba
presidido por María. Si os fijáis en el altar mayor de nuestra Iglesia
parroquial la Virgen nos preside pero a su lado están ellos S. Vicente mártir y
S. Vicente Ferrer, nos indican que ella
nos lleva al Señor, nos hablan de Ella con su vida, con su santidad, y no la
enseñan como escala santa para ir a Cristo.
Con
cariño sincero y afecto de pastor os deseo unas felices fiestas de los Santos
Vicentes,